Por lo corta de nuestra existencia,
siempre buscamos trascender, es decir dejar una huella en este mundo en que vivimos. Algunos tienen hijos, perros, siembran arboles, componen canciones o pintan cuadros. Yo a los 15 años escribí mi primer poema. Y tu, si lees y recuerdas después de un tiempo lo que leíste aquí, una parte de mi estará en ti y cierto es que yo habré trascendido. Gracias por Visitarme.

10 de marzo de 2024

Eigengrau (Gris Ocular)

 




En una calle solitaria y silenciosa de una olvidada urbanización de la capital, hay un centro de cuidados geriátricos donde pasan sus últimos días, ministros, abogados, arquitectos y una decena mas de profesionales que hicieron de su trabajo, su familia y de sus proyectos, sus hijos. 

Un amplio caserón rodeado de arboles que como sus ocupantes, tienen pocas hojas en sus secas ramas. Una escalera de piedra gris lleva hasta una puerta de madera por la que entran decenas de seres pero por la que la gran mayoría, no vuelve a salir jamás.

Amplios ventanales cubiertos de blancas persianas distancian el mundo lento y silencioso de dentro de la casa, con el algo mas luminoso y lleno de vida de fuera. Y si bien toda la casa tenia una sola planta, la entrada al garaje hacia que la casa tuviera un  balcón.

Y ese balcón respira ansiedad y apuro. Pues si bien todos los que viven en la casa pasan tranquilos los últimos años de su vida en esas paredes, cada cierto tiempo alguno lleva consigo la ansiedad de acortar el camino que sabe que con los buenos cuidados que le dan, pueden tardarse mínimo un par de años.

Hombres y mujeres pasan sentados buena parte del día, uno junto a otro en tranquilo silencio, sentados, aqui y alla a traves de los días, meses o años, recordando con los ojos cerrados, los días en que el trabajo, las fiestas o el sexo, eran lo único que consideraban vida.

Las enfermeras los miran, ellas saben que no duermen, solo estan con los ojos cerrados recordando los buenos tiempos, rememorando lo que ganaron u perdieron, lo que desearon y obtuvieron o aquellas pocas cosas que nunca pudieron ganar, lo que los movió por mucho y nunca tuvieron.

Nunca los interrumpen, a veces ven lagrimas en sus ojos cerrados o sonrisas que se dibujan entre la arrugada comisura de sus labios. Ven como estiran sus brazos flacidos y extienden sus manos, para sentir en la punta de sus dedos fríos, los dedos tibios de una mano que se fue hace tiempo.

Las enfermeras pueden pasar tratamiento y darle sus píldoras sin que ellos abran sus ojos que cerrados fuertemente les permiten mirar, mirar aquellos ojos, mirar aquellos cuerpos que alguna vez hace años miraron, que hace mucho para ellos tuvieron.

Y lo miran todo, sentados allí, con sus ojos cerrados vuelven a ver las playas, los parques, miran  aquellos paisajes donde sintieron que la vida era hermosa, donde dijeron con bastante razón: -Esto no se me olvidará jamás-. 

Entonces, viven en una continua espera, esperan tranquilos que el gris ocular que ven con los ojos cerrados, se transforme en un negro que puedan ver con los ojos abiertos.y puedan ver asi, desde ahora y para siempre todo lo añorado, todo lo perdido.



-Entonces despues de una larga vida, llena de perdidas, la vida es agonia y la muerte es algo que se espera.-

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