Yo escucho a la vieja luna
Grácil danzar en la noche oscura
Escucho la semilla bajo tierra
Extender lenta su tallo sobre ella
Yo escucho a la lagrima primera
Sutilmente humedecer la cara
Escucho al sol en las alturas
Decir a las flores bellas palabras
Yo escucho a la verde montaña
Llamar a las aves a casa
Escucho al corazón que se agita
Al sentir la caricia lejana
Yo escucho a la sangre agolpada
En la mejilla sutilmente apenada
Escucho a la dulce voz de mi musa
Recitarme al oído estas bellas palabras
Uslar
Este poema es uno de esos que me gusta escribir, pues cada verso nace rápido... lo escribí mirando los primeros rayos del sol reflejarse en las montañas, los edificios, el cielo... y pensé que el sol, gritaba al mundo algo, que no podíamos escuchar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario