Acostados, cómodos entre las sabanas...
Vemos pasar lentamente las horas...
Una y otra vez nos besamos la boca...
Mil veces mas nos tocamos el alma...
Sabanas, horas, bocas y almas...
Y el reloj amigo, que detiene el tiempo...
Celestino, de pasiones secretas...
Extiende el amor de la amante pareja.
Lo escribi hace poco, sentado en la mesa mientras mi esposa hacia la cena, ella en la cocina, yo en la mesa, pero mi mente uniéndonos entre las sabanas.
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