Atrapados en el deseo
morimos mil veces
y volvemos a nacer
cuando nos vemos
Las miradas lascivas
exploran primero
lo que luego, las manos
Reclamaran con derecho!
Los dedos recorrerán seguros
Lo que luego los labios
Reclamaran, de ellos
Y la lengua traviesa
Jugara divertida
Con lo que guardas
tu pistilo... Suculento!
Uslar
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