II Capitulo
Ella en su dulce inocencia amo la idea del fruto maduro, del camino andado y de la mirada que oculta penas ya viejas. Y el, bueno, el engañado admiro la falsa inocencia, el corazón inmaduro y sublimo en amistad, mas grandes afectos.
Ambos se conocieron heridos, con sus almas dopadas de tanto dolor y el corazón vuelto añicos, y seguro que eso hizo mas fácil que naciera entre ellos esta historia de amor que relato, pues los pedazos del corazón roto de el, calzaban exactos en los espacios vacíos del corazón de ella.
Fue después de muchos meses palpándose el alma sin mirarse la cara que sus miradas chocaron y cambiaron por siempre el destino de ambos, entonces la luz de esos rostros ansiosos hizo mas verde las hojas e hizo el cielo mas claro.
La dulce voz de ella callo los gritos de soledad y vacío que siempre atormentaron las noches de el, y en cambio la voz de el, tan masculina y tan queda le hicieron sentir que ya no iba mas a estar sola, que desde ese día estaría segura.
Muy respetuosos exploraron su pasado triste, su presente turbio sabiendo tener ante si su futuro inmediato. ´
Ese primer día juntos hablaron de mil temas, de amor, de tristeza, de dolor y esperanza. Y no paso mucho tiempo cuando ya las palabras eran como música lejana, y ya no se fijaron mas en sonidos, solo percibían el movimiento de sus labios, gritándose con los ojos: ¡¿Te he esperado tanto tiempo! Cuanto tardaras en besarlos!?
Ese primer día juntos hablaron de mil temas, de amor, de tristeza, de dolor y esperanza. Y no paso mucho tiempo cuando ya las palabras eran como música lejana, y ya no se fijaron mas en sonidos, solo percibían el movimiento de sus labios, gritándose con los ojos: ¡¿Te he esperado tanto tiempo! Cuanto tardaras en besarlos!?
Pero antes que el solo se ocultara ese "día del comienzo" ya había terminado, y caminaron lado a lado bajo las sombras de ese mismo sol de siempre, pero que ahora tenia una luz mas bella, tenia un color mas claro.
Esa noche aunque en polos opuestos los dos se acostaron mirando las penas, como algo lejano,
Ya no hubo mas lagrimas, ni cielos nublados, las lluvias no trajeron recuerdos de tristeza, sino el deseo de estar abrazados. Ese dia nacieron los sueños, Los sueños de dos chicos de unirse desde ese dia, y para siempre.
Esa noche aunque en polos opuestos los dos se acostaron mirando las penas, como algo lejano,
Ya no hubo mas lagrimas, ni cielos nublados, las lluvias no trajeron recuerdos de tristeza, sino el deseo de estar abrazados. Ese dia nacieron los sueños, Los sueños de dos chicos de unirse desde ese dia, y para siempre.
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