El destino nos puso cara a cara
Para recompensar nuestro mutuo dolor
Para cambiar lagrimas por risas
Y noches tristes, por noches de alegría
Para darnos lo que siempre mantuvimos oculto
Nuestra alma, nuestros sueños...
y todo nuestro amor.
Estos versos son y no son míos, son palabras de mi esposa, dichas como si nada luego de leer uno de mis poemas. Y es increíble... Que ella misma cree poesía, sin darse cuenta. Por eso es mi Musa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario