Muy quietos e inocentes
Los niños, lindos, duermen
Sus frágiles pechos
Arriba y abajo se mueven
Y sus minúsculas manos
se aferran al mundo
Para ellos enorme
incomodo y frío.
Sus ojos cerrados
ocultan los sueños
De un mundo perdido
tan bello, tan tibio
Que solo vislumbran
Al pecho prendidos
Que raro es el mundo
Para estos ángeles chicos
Que sintiéndose solos
Hacen que nazca en nosotros
El mas fuerte deseo
de en nuestro regazo arrullarlos
y en nuestras manos dormirlos.
Uslar
Estos versos, me los inspiro mi hijo... estaba dormido... y como tenia papel y lápiz cerca... puede escribir lo que mirarlo, me hizo sentir.
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