En las frías noches en las que me abandona el sueño
la única forma de hallarlo que en la cama encuentro
es observar la sutil y continua cadencia de tus pechos
Arriba y abajo se mueven las sabanas en el lecho
Suben y bajan mis ganas de abalanzarme sobre ellos
Besarlos, lamerlos, hundir mi rostro en ellos, quiero!
Sentir el olor del Edén, que nace entre ellos!
A mi me enternecen las formas sutiles, lo bellos
Pero tus pechos vuelcan todos mis sentimientos
Como dos faroles redondos, inmensos veo tus pechos
Que iluminan mis noches y aun mis días mas claros
Déjame mirarlos, bajo las sabanas tan bellos
Y dormirme como un ángel en el cielo, soñando con ellos.
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