Por lo corta de nuestra existencia,
siempre buscamos trascender, es decir dejar una huella en este mundo en que vivimos. Algunos tienen hijos, perros, siembran arboles, componen canciones o pintan cuadros. Yo a los 15 años escribí mi primer poema. Y tu, si lees y recuerdas después de un tiempo lo que leíste aquí, una parte de mi estará en ti y cierto es que yo habré trascendido. Gracias por Visitarme.

24 de junio de 2012

Mis Historias: Primera vez





Acariciaban suavemente el perfil de la montaña los rayos del sol cuando despertó. Ella, Abriendo los ojos de una vez miro el blanco techo de su habitación y vio la inocente danza de la sombra de la cortina meciéndose delicada con el viento. Bajo sus ojos y vio su cuerpo entre desnudo y cubierto por la sabana rosa que siempre la cubrió del frio. Siempre, siempre, hasta la noche anterior.
 Y de pronto Se sintió hermosa, mirando la delicada curva de sus senos. Se sintió hermosa viendo su vientre, viendo su ombligo, se sintió mujer. Giro su cuello y lo vio a el, Placido, complacido y durmiente. Su blanca tez, y su cabello color madera oscura, vio su barba de dos días y su cuerpo descubierto. Miro Su pecho cubierto sutilmente de incipientes vellos... Sus brazos, esos brazos de apariencia débil que la elevaban grácil por los aires en sus juegos. En fin admiro a ese hermoso sujeto que cada día la enamoraba con besos, con flores y con poemas...
Lo amaba... Sencillamente lo amaba y ella sentía en lo más profundo de su ser que el también, no había duda, Era su primer amor. Cerró los ojos y mientras sutil y ascendente se dibujaba una curva en sus labios recordó la noche anterior... Recordó las flores, ese hermoso ramo de variopintas flores! rosas y margaritas, calas y girasoles, el hermoso ramo que sobre la solitaria mesa yacía sumergido en agua... Recordó las miradas y las sonrisas bajo la celestina luz de las velas... Se vio bailando con el por vez primera, esa noche, después de la cena -los dos eran malos y por cada paso había un tropiezo y un pisotón pero siempre un beso- y rio, de sus labios salió una risa inocente... "...Jajaja..." y para no despertarlo, su hermosa mano tapo rauda sus bellos labios... Recordó que fue ella quien de
la mano lo llevo a la habitación oscura, iluminada solo con el claro de luna... Todo inmóvil, todo en su sitio correcto. Su cama... La cama donde dormía... Solitaria en las noches frías...

Su cama, la cama donde siempre durmió uno... Aquella noche
 por vez primera iba a albergar a dos. Mordiendo su labio inferior recordó como la ropa caía al suelo, cual pétalos de una moribunda flor... Cada prenda caía suave y decidida se entremezclaba con las otras, falda, pantalón, blusa, bragas, y los shorts. Abrió los ojos y vio el cuerpo de  el descubierto y tocando suavemente sus caderas, lo recordó desnudo por primera vez junto a ella. Y lo suave que sintió su piel cuando toco la suya, recordó su perfume, esa aroma de bosque húmedo, de bosque florido que siempre le encanto, pensó que lo único claro de la habitación oscura era la piel, desnuda, blanca. Sutil y hermosa de los dos... Era amor... Recordó caer a su cama conmovida... Beso a beso... Beso a beso fueron cayendo... Y de allí en adelante fue todo único, confuso pero infinitamente placentero... Todo fue hermoso, todo fue sueño... Oído, tacto, gusto, olfato y vista... Todos se unieron para sentir al amor...


Al amor que ya no podía ser contenido entre los dos, hubiesen tenido que gritarlo en medio de todos o castamente acariciarse y besarse hasta romperse los labios. Amor... Fue lo que mantuvo sus cuerpos juntos en esa noche hermosa, amor fue lo que fluyo entre sus besos, y sus caricias... Amor fueron sus palabras, fueron los susurrantes te deseo que se prodigaban... Fue amor lo que esa oscura y hermosa noche prendió en lo mas profundo de su ser esa llama eterna que llaman pasión. Ella bella y pensativa abrió los ojos, y enderezándose le paso las manos por su cuerpo mientras lo llamaba, con una voz desde lo profundo, una voz de mujer que llama a su hombre desde la profundidad de su deseo “…Buenos días... -Mirándolo picara y con ese brillo en los ojos único de la mujer enamorada- Hoy quiero amarte otra vez! –dijo- Y el despertando... La estrecho entre sus brazos he hicieron las horas siguientes... Un tiempo para recordar.

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